Héroes o Bestias. Una zarzuela contemporánea

Héroes o Bestias es una zarzuela escrita por millennials, una generación (dicen) mutante entre un mundo que late con dos corazones, el de la carne y el del píxel. También es una generación que ya casi ha perdido a sus abuelos, muchos de los cuales vivieron en su más tierna infancia la Guerra Civil Española, acontecimiento que cruza virtualmente la trama. Y es que en la zarzuela la contienda se presenta como un eco, apenas una vibración. Una vivencia lejanamente cercana en el tiempo de la que hablan series, vídeos de YouTube y, cada vez, más memes. Un objeto extraño solo reconstruible mediante cables sueltos, imágenes descontextualizadas, eslóganes copiados y pegados, (des)comprimidos miles de veces.

La zarzuela toma su título del conocido compendio de relatos de Manuel Chávez Nogales, A sangre y fuego. A pesar de la dicotomía que plantea (o precisamente como consecuencia de ella), pretende romper en pedazos conceptos que siempre se nos explican como atomizados (una guerra, una nación, un cuerpo) para después asociarlos entre sí, tejiendo una red que trascienda límites geográficos, temporales y personales.

La obra es una reflexión en torno a unos hechos históricos, los cuales, a medida que van desapareciendo sus protagonistas, se convierten cada vez más en virtualidades, en reconstrucciones arqueológicas que ya no cuentan con el testimonio físico de unos ojos y unas manos que los experimentaron en primera persona. Las protagonistas de la obra nos hablan desde lejos de los lugares donde se escribe la Historia con mayúsculas, allá donde los ríos de tinta se convierten en resonancias. El público reconocerá de inmediato todos aquellos ingredientes que confluyen en el conocido como género chico, pero con una receta actualizada. En Héroes o Bestias no hay actos, hay capítulos con su resumen pertinente antes de los mismos (respiren, no se perderán). Tampoco hay orquesta en directo: la hemos sampleado casi por completo en la electrónica, manteniendo únicamente una flauta/piccolo en escena, adquiriendo un marcado carácter de ruina. El resto se lo dejamos a una instalación multicanal envolvente que engloba a público y cantantes en un viaje en constante movimiento que cruza la historia de nuestro género lírico por excelencia de la mano de otros como el trap o la música electrónica.

SINOPSIS

María acaba de obtener su título en Historia y, sin mucha más motivación que la de salir de su pluriempleada precariedad, debe comenzar un proyecto de tesis repleto de dudas. Tras una conversación con Clau, decide comenzar a investigar sobre la Guerra Civil y se da cuenta de que desconoce por completo cómo la vivió su familia, lo cual se convierte
en su punto de partida.

Su abuela y su madre, fallecidas hace años, no pueden contestar a esta pregunta. Así pues, con el objetivo de recabar todos los datos para elaborar un estado de la cuestión, María recurre a una aplicación gubernamental que, automatizada por completo mediante algoritmos y administrada por bots, le provee de un relato extremadamente detallado centrado en la figura de una bisabuela aceitunera.

Finalmente, gracias a la memoria pero fundamentalmente a las huellas digitales, María se pone en contacto con sus antepasadas en un camino lleno de paradojas e ironía, en el cual lo real, lo imaginado y el fake se entretejen.

De forma paralela a la búsqueda de nuestra protagonista, los compositores, las identidades reales de las cantantes y la zarzuela como género mismo se convierten en personajes que, a través de una narrativa frenética y llena de saltos temporales, construyen una trama en la que nada puede darse por sentado.